El ozono convierte al agua en un desinfectante natural y muy potente, que permite eliminar muchas de las plagas que afectan los cultivos (araña roja, botriris, pestalotia, entre otras), reduciendo significativamente su producción. 

El uso de agua ozonizada, aplicada por riego foliar, permite reducir de manera importante el uso de agroquímicos que pueden afectar el crecimiento de las plantas y afectar la salud de los operadores que aplican estos productos, reflejándose también en una reducción de costos y de perdidas, con la ventaja de ser completamente orgánico y completamente seguro e inocuo para los colaboradores.

Además de su capacidad desinfectante, que impide que la semilla sea afectada por hongos o microorganismos patógenos, el ozono posee la cualidad de otorgar altos niveles de oxígeno que ayudan al correcto almacenamiento y desarrollo de las semillas, aumentando la viabilidad de estas para convertirse en un brote sano y posteriormente en una planta productiva. 

Diversas investigaciones han demostrado que el ozono ayuda a obtener un índice mayor al promedio en la germinación de semillas (determinado por el test de Zucconi), además de mostrar un efecto estimulante en el crecimiento de los brotes, se puede afirmar que hay ausencia de fitotoxicidad en las muestras en las que se ha administrado agua ozonizada.

Existen muchas investigaciones que confirman la efectividad del ozono para la desinfección de suelos agrícolas, en estas investigaciones se ha estudiado el efecto del ozono en el desarrollo de organismos (principalmente levaduras, mohos, patógenos y aerobios mesófilos), malas hierbas, respiración microbiana y las propiedades fisicoquímicas del suelo. 

Los resultados revelan que se logran desinfecciones muy efectivas, alcanzando hasta un 95,5%. 

Comparado con la desinfección mediante agroquímicos usuales, la desinfección con ozono tiene un efecto igual o mayor, con la ventaja de no producir efectos perjudiciales en las primeras etapas de desarrollo de las plantas. 

Además, se evita dejar cualquier tipo de residuo tóxico que pueda comprometer la cosecha, a los colaboradores o al medio ambiente.

El lavado con agua ozonizada, previene la contaminación del producto y ayuda en la desinfección del mismo sin dejar residuos, contrario a esto, ayuda a remover parcial o totalmente los residuos de algunos pesticidas presentes en productos que han estado en contacto con estos. 

La U.S. Food and Drug Administration (FDA) reconoció al ozono como GRAS (Generally Recognized As Safe) para su utilización en contacto con alimentos, y en 2001 aprobó la normativa del uso de ozono como aditivo de alimentos durante su procesamiento o almacenamiento